Confianza Empresarial con la tecnología como aliado

De acuerdo al último estudio de Confianza 2025 desollado por PWC Chile, UDP y ACHS, existe una gran brecha en los niveles de confianza hacia las empresas en Chile entre los distintos grupos de interés que las componen (directivos/ejecutivos, colaboradores y consumidores).

Es importante darse cuenta que el resultado de estas brechas refleja un desacople entre la imagen que proyecta la empresa y la desconexión que existe entre los consumidores y colaboradores. Por ejemplo, en este estudio, el 81% de los directores de empresas cree que los consumidores tienen un alto nivel de confianza en sus empresas, pero solo el 32% de los ellos comparte esa misma percepción, generando una diferencia de 49 puntos porcentuales. 

Esta realidad se puede extrapolar al mundo, estamos ante una crisis de confianza, que hay que recomponer con acciones a través de la transparencia, compromiso, comunicación y sostenibilidad. La tecnología cumple un rol clave de acelerar, gestionar datos, enviar alertas, ser un repositorio de información y memoria histórica, y dar transparencia a los datos. Pero también la tecnología es cambio e innovación.

Con la entrada en vigor de la Ley 20.393 en Chile, se fortalece la responsabilidad penal de las empresas en delitos de lavado de activos, financiamiento del terrorismo, cohecho, receptación, libre competencia, conflictos de interés, acoso y cumplimiento de normas sanitarias. Esta normativa pone de manifiesto la necesidad que las organizaciones adopten medidas preventivas y de control efectivas para cumplir con la ley y proteger su integridad.

Desde la tecnología podemos contribuir con la implementación de canales de denuncias confidenciales y seguros: diseñando plataformas que faciliten y promuevan la denuncia interna sin miedo. Estas soluciones digitales, integradas con mecanismos de protección de datos y anonimato, son un apoyo para los encargados de gestionar estas denuncias y fomentan un ambiente de transparencia y responsabilidad.

Además, los datos recopilados a través de estos canales no son solo registros. Cuando se gestionan y analizan correctamente, ofrecen una visión que puede transformarse en inteligencia organizacional. La analítica permite detectar patrones, identificar riesgos y tomar decisiones proactivas para prevenir conductas ilícitas o comportamientos que podrían vulnerar la normativa, convirtiendo los datos (información) en un activo estratégico para la organización.

Sin embargo, la adopción de estas tecnologías y medidas presenta desafíos importantes. Las empresas deben enfrentar obstáculos como la inversión en infraestructura tecnológica, la capacitación del personal en temas de cumplimiento y ética, y la creación de una cultura organizacional enfocada en la transparencia y la integridad. Además, la protección de datos sensibles y la garantía del anonimato en las denuncias son aspectos que demandan atención constante para evitar vulnerabilidades y cumplir con las normativas de privacidad.

Contar con soluciones innovadoras para que las organizaciones fortalezcan sus sistemas de control y reporte es parte de nuestros servicios. La integración de canales de denuncia efectivos y la gestión inteligente de datos no solo cumplen con la ley, sino que también aportan a la construcción de organizaciones más transparentes, responsables y resilientes frente a los desafíos del entorno actual. Y con ello, se mejoran los equipos y por ende, de a poco recuperando confianzas.

Rodrigo Quilodrán

Director ejecutivo